DE CARNAVAL... CON LA PELUCA DE GANCHILLO.

Peluca o gorro de ganchillo trabajado a punto bajo

Jóvenes y con ganas de diversión. Es noche de carnaval. Sitges destaca por el colorido y la gresca y por ello es el destino de ese día.

Encuentran las calles repletas de gente con vestimentas inusuales; risas, música, ritmos martilleantes, escenarios improvisados dónde gogos espontáneas se contornean insinuantes sobre altísimas plataformas plateadas, bajo ropas mínimas. La noche refresca pero el ritmo frenético irradia calor y sensualidad.

Muchas risas y muchos comentarios escudados detrás de antifaces brillantes, llenos de plumas multicolor y lentejuelas bailarinas… bomberos musculosos, sambistas-bombón, animalotes de Walt Disney, hippies super-cuerdos, monjas descaradas, novias desmelenadas, viudas contentísimas, romanos-catalanizados..., se entrecruzan por las calles en un desorden minuciosamente controlado.

Sexualidad confusa. Guapísimos muchachos con trajes provocadores le envían a él sugerentes miradas, sonrisas maliciosas.

A su lado ella se divierte en la noche extraña y se sorprende un poco de parecer invisible a los ojos de esos pretendientes nocturnos que se le insinúan a él que la mantiene cogida de la mano en esa ronda inusual.

En el pub de entrada libre piden un cubata. No disponen de mucho dinero y piensan que un sitio como aquel la consumición será cara.

Las escasas luces intermitentes del local dejan ver camareras de pecho depilado y número 44 de sandalias relucientes.

-¿Me dices cuánto te debo?- le pregunta él a una de ellas.
-Por ser tú nada, guapo- no duda en contestar ella.
-Pues si es así ponme otro, anda…

Mi muñeca "Carita sucia" posa de modelo para mostraros el gorro

que aunque lo saqué en noche de Carnaval...

por Dios ¡tremenda pinta qué llevaba yo, pero eso sí,

¡me hinché de bailarrrr!