Una joya en cada esquina o,
( ya me gustaría ya),
una en cada rincón...
Infinidad de formas y colores
para multitud de ocasiones...
Me ofreció un corazón de chocolate
que endulzó mi paladar,
remordió sólo por un instante mi conciencia
y alimentó mi amor...
Corazón mordido... que no roto,
símbolo de amor, sinceridad y pasión...
Dulces astillas negras que,
derretidas en la boca,
brotan en mis manos convertidas en colgantes de cristal...
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